Anunciamos (anuncio, más bien y por ahora) la exclusividad en poesía que me apremia. No olviden tener en cuenta la cronología, la edad y los tópicos derivados del principio.
Aunque mi orgullo son las actuales, la evolución también marca.

viernes, 2 de enero de 2015

El verbo hecho verso

Palabras que escribir
un homenaje a lo incierto,
una elegía para mí.

Una efigie de cemento
que se pierde entre su gris
despacio y cada vez más lento
en busca de ese bis a bis.

Otra vez contento
en la depresión del sinvivir,
del whisky y los vinilos
de bohemio este trajín.

Largas horas de desierto,
sobre de aburrida arena descenso
más que a un vaso al puro infierno
dónde descansa denso el tiempo.
Si me cuelgo y no me suelto
dejad que me asome a verlo
hundirme entre las risas de pequeño
de cuando a veces tenía miedo.

El bajar de buses sin un plan
a las calles sin un rumbo perturbar
como la primera luz en mi pupila
de este verde y largo caminar.

Rota la voz ahora se proclama
pendiente de guitarra desgarrar.
Doliente firma su sentiencia
la agonía alargará su final,
de un ego libre de desidia
que prefiere un martirio personal
que el cuerpo desequilibre y joda
el continente y nada más.

Ahora libre si me pienso,
me desquicio por estar suelto
si me faltan los acordes
parezco perder vuelo
mas de mi cintura cuelgan
los hilos de cientos.
No caeran al frío suelo
no mientras me quede aliento.

Paro en mi desvan y arriba,
ahí subida está mi pena
que por qué la dejé sola
dice que ya nada me perturba
mientras hace las maletas.

Maldigo y humeo,
sonrío ahora que estoy solo.
critico mi propia rima
y aún así refleja todo.

El que lo escribió era bueno,
el verdadero artista detrás del genio,
Bajo la razón se rige al tiempo
del templo las cariatides que me dieron
el jodido don del verso,
el saciar mi pasión por ser eterno.