Dormía entre sinfonías de humo
por poder subir al cielo
y olvidarse de las mierdas
que tiene que contar el suelo.
Cierra sus ojos inconsciente
para darse cuenta
que empieza a respirar pausadamente.
Anhela el orden que tanto odió
el eterno aburrimiento
de cuando las cosas van mejor,
felicidad de tarde de verano,
libre de impuestos
por dejar jugar al corazón.
que bombea calmado ahora
intentando arreglar lo que empezó.
Incompetente, bastardo, desleal,
se oye a la mente gritar
en lo que el corazón disimula y piensa
en cuando podrá volverla a cagar
Se siente payaso,
le toca a su cabeza veinte años más.
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