Oda al Kalimotxo

Dulce néctar,
preciado elixir,
quizá no tan preciado,
pero importante para mí.

Nos das tarde de locura,
noches de desenfreno
o mañanas de resaca,
cualquier momento es bueno.

Llamado champagne del pobre,
en tubo o en jarra,
en una mesa o en la barra,
pero que nada sobre

Y es que módico es tu precio,
increíble tu sabor
no me puedo imaginar
que haya una bebida mejor.

Coca cola del Eroski
vino Don Simón,
incluso peores marcas he bebido
con más sabor a vinagre que a alcohol.

Pero no me importa
y seguiré siempre contigo
vaso a vaso y litro a litro
sin poder estudiar los domingos.

Has estado en mis mejores noches,
en mis peores madrugadas,
haciéndome ver lujos
que ciertamente eran una ganga.

Más de una vez intentaste
volver otra vez a mi boca
querías volver hacerme disfrutar...
Vale, eso lo hiciste mal.

Pero que importa
si al fin y al cabo eres un gran amigo
causante y a la vez solución
de muchos problemas que he tenido

No te vayas nunca,
quédate aquí conmigo,
da igual, por mucho que haga frío
ven aquí colega,
quiero ver tu vaso vacío.

Maullando entre los tejados I

Creo que ya iba siendo hora
de dedicarle unos versos
a mis perrerías de gato en celo,
maullándole a la Luna,
buscando en los bares su cuerpo,
perdiéndome en el humo de una horda
de personas a las que no conozco.

"Consejero, psicólogo y médico
póngame usted un litro de kalimotxo
que aunque la noche es larga,
el tiempo apremia
y aún no tengo suficiente alcohol en vena
como para felizmente pasarla."

Pobre Coca-Cola,
has perdido el sabor
ya no te reconozco
sin el vino en tu color.
Y gota a gota, vaso a vaso
colega a colega
entre la multitud encontrados,
comienzan las risas
y las miradas, buscando.
Ya lo he dicho antes,
la Luna siempre anda por estos antros

Nunca entenderé como,
ni por qué llegan a significar tanto
pero ¡Ay, los cruces de miradas!
esos ojos entre la niebla encontrados.

Vuelve a empezar la noche
y la Luna esta vez alumbra el cielo,
buscas sus ojos como estrellas,
no hay quien vea entre los fardos
de gente, que como tú hace un rato.
sigue a su Luna buscando.

Y encuentras refugio,
anhelo,
cariño,
sueño...
Sí, quizás esto solo sea un sueño
de una fría noche de invierno
y cuando salgas del bar,
"Buenos días, bienvenido de nuevo
ahí tienes tu cielo sin Luna,
recoge tus ganas de verla del suelo."
Pero aún no has salido
y Luna sigue contigo,
has tenido suerte,
ya no ves sus ojos
¿Que por qué?
Porque has decidido los tuyos, cerrarlos.
Y sientes pasar el tiempo,
que calienta aún más las caricias,
que te hace apurar cada trago,
de la saliva que esta noche te ha curado,
recuerda que mañana se reabre la herida,
por donde mil versos sangran,
contándole a quien quiera leerlas,
las perrerías de la que parecía,
iba a ser una noche fría.

Me basta con mi vida, mi locura.

Quiero destrozar el aire que respiro,
cristales rotos saliendo de mis pulmones,
desgarrando todas mis cuerdas vocales,
que no lamente el no gritar sentimientos
y que siempre piense que se los llevaría el viento.

Que no me vea la parca encoger la pata
que ya sabe que no levanto cabeza
que ya sabe que una mirada me mata
y que no tiene que venir ella
a decirme que me muera.

Me sobran los dioses y las ayudas
me basta con mi vida, mi locura.
Los tequieros, escondidos tras la Luna,
que no los vea quien no vuele con ternura.
Despacito, bajo un puñado de estrellas,
siempre mirando mal a las farolas.
Cagandome a la vez en todas las personas,
que la humanidad no esta hecha para tenerme entre sus tropas.
Sin patria ni bandera, huyendo entre trincheras,
por favor que no me alcance una bala.
Con un poco de suerte, si es amor, se gangrena.

Apretando los dientes con rabia,
dejándome la fuerza de madrugada,
escribiendo poesías ensangrentadas,
que con un poquito de sangre, cada verso, se mancha.

Y morir sin que te enteres,
quizás también sin conocerte
sin que me des los abrazos que me debes
probablemente sin saber quien eres.
Y me mentiría si no dijera que lo deseo,
pero ya sea por cobarde
o simplemente por rebelde,
más vale que seas tu quien se entere.
Quién me de un beso
y me diga que me quiere.

Siempre tus ojos a mi lado

Son gotas de sangre
que caen,
que resbalan,
que manchan el alma de quien las coge.

Son versos escritos
que no pueden ser leídos
que los emborronan las lagrimas
de quien los escribe ya de amores aburrido

Son poemas que marcan a fuego,
que reabren heridas,
que hunden en la miseria,
que te llevan volando al cielo.

Son pedacitos de mí
que dejo caer por mis dedos
para que el teclado recoja cada verso
sin que nadie se entere, poco a poco,
y así no olvidarme de mis sueños.

Que nunca he entendido de sentimientos
mucho menos de sacarlos de dentro
aun menos de gritarlos al viento
no hablemos de ponerle nombre a estos versos.

Siempre esta la Luna para escucharlos
para que sea su nombre el que reciba los halagos
y es que me pierdo en su mirada
buscando sus manos
dame una caricia
busca mis ojos
haz que nunca tenga prisa
que por fin se acabe todo
que ya no exista nada
y que alzando la vista
la Luna nos mire podrida de celos.

Que grite pidiendo mi atención
que no pienso dejarte sola
y mucho menos que esos ojos
se bañen en otro, que no sea mi mar de dudas.

Ya me has liado
que era un poema para la luna
¡mierda! Siempre, tus ojos a mi lado
ahora a ver quien coño me acuna
para no verlos incluso,
cuando los míos están cerrados.

Le pido a mis resacas...

Esto es, desde mi punto de vista, mi primera poesía más o menos decente, y además me encanta aunque suene un poco narcisista, que lo soy.

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Le pido a mis resacas
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He alzado la vista a las estrellas
dejando caer la botella,
al igual que mi cabeza
confiándolas a las frías briznas de hierba

Y es que bebo para ahogar los nervios
que muchos llaman mariposas
les hacen sentir, que tienen amor dentro ¡Idiotas...!
A mi... solo me destrozan el alma a patadas

Por eso solo le pido a mis resacas
que me dejen el sabor a mierda
para no pensar en el sabor de tus besos.
Que siempre me duela la cabeza,
y que nunca levante el vuelo.
Que siempre tenga sed,
para creer que no puedo.
Que no vuelva a soportar la luz,
y que tus ojos me parezcan feos.
Que siempre tenga sueño,
porque soñar me aleja del suelo.
Que al cerrar los ojos, todo me de vueltas,
porque si me paro y te veo,
¡Joder! Lo prometo, muero.
Es desesperante lo reconozco,
y mas dejarme un poco de mi alma en cada verso.
Es por esto que como cada vez que bebo
Les pido que acabe, sin ganas de na, tirado en el suelo.

Pero es que ahí vuelven tus ojos,
sonrisa en mano, y en la otra, viento.
Viento que se lleva mis ganas de acabar con todo esto...
Que siempre sea tan fácil, siempre, con un beso...

Miento, siempre tan fácil no,
no para este trovador
que gracias a esto, ya nunca tiene sueño
siempre está despierto.
Esperando un momento de valor,
o la inspiración que le traiga un verso,
un verso que rompa otro alma a pedazos
Y juntos, recogiendo los trozos poco a poco
Nos confundamos y los mezclemos...
Y por casualidad, todo termine como siempre,
siempre... con un beso.

Comenzamos...

Es mi primera entrada en mi primer blog, antes escribia en fotolog y bueno, me parece esto un poquito mas profesional, basixamente lo que escribo es lo que pienso, tan pronto una reivindicación, como una sarta de pensamientos que se agolpan en la punta de los dedos queriendo que me de prisa en escribir para no irse tan pronto como llegan, tambien historias surrealistas (a la gente les mola llamarlas de amor, vete tú a saber por qué), puedo simplemente contar mi dia adornandolo un poquito (son los menos) y alguna poesía que acostumbran a no gustarme pero a gente sí, quien soy yo para romper ilusiones que no son mias. En resumen, muchas incoherencias.
Otra cosa por la que abro este blog es porque no me obliga a poner fotos y no obligarme a resumir lo que es una forma de desangrarme en una sola foto que por mucho que digan, nunca valdrá mas que mis palabras.
Ire poniendo todo lo que he escrito que no parece mucho aunque han sido subidas y bajadas de mi animo, sentimientos de odio, cariño, recuerdos, inspiraciones y demás bobadas. Se me está haciendo tarde y como no me ha gustado empezar haciendo honor al nombre del blog, diciendo incoherencias.




Willie Iglesias Alonso