Anunciamos (anuncio, más bien y por ahora) la exclusividad en poesía que me apremia. No olviden tener en cuenta la cronología, la edad y los tópicos derivados del principio.
Aunque mi orgullo son las actuales, la evolución también marca.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Estrofas abandonadas.

Se vuelve realidad el caos
y no caótica la realidad
liberando mis males en sudores
que no dejan al aire respirar,
destilando dentelladas de amargar
dormí mis pesares al vagar
guiándome por mi mala estrella
que ahogada por farolas
su luz no llegó jamás.

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Me hablan del poder de mariposas
que con su batir de alas trastocan
la realidad de forma caótica,
qué me vais a contar
si con mi hablar se forman huracanes,
que entre sábanas ahorcan
las ganas de arrancarte de la boca,
la saliva que me ahogue,
que me diga que ella también llora.

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Sigo.

He caido con dedicación,
una vez tras otra a ostias con la razón,
decaído más de lo esperado
sin vistas a un futuro mejor.

Volver a odiar mi techo,
así como un cielo tan manchado
de luces que no saben lo que quiero,
preocupadas en absurdos monumentos,
olvidándose más allá de sus cabezas,
de un espectáculo eterno.

Y es que sigue deslumbrándome lo que no debiera,
verte beber cerveza,
toser por la mañana quejándote de un noche perra.
Mientras, huele a café,
a humo y a un aliento que no espera
que enfríe la rutina esta locura
y volvamos a una vida que se enturbia.

Sigue gustándome escuchar,
olvidarme de la admiración,
que mi ego no se endulce
al tocar esa canción.
Ser yo quién se muera,
se desquicie y se pierda,
tener la inspiración tan fácil que me duela,
quiero tener que hundirla y no buscarla
en los mismos ceniceros que trajeron tu fragancia.
Ser por una vez yo el pequeño y roto,
que despierte una ternura
sólo encontrable en tus ojos
perdidos a la vez en descubrir que tramo,
porque nunca antes ésto había pasado.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Narrado

Ya no creo en ella y se sienta al borde de la cama,
se pierde entre inútiles acordes de esperanza y mira,
la canción que siempre funcionaba no despierta nada,
la mirada perdida aunque ensimismada
parece en sus delirios no tener más que buscar.

Coloca mis brazos en su ombligo,
su columna en mi pecho trata de grabar historias
que un día me hicieron sentir vivo.
Entretejidos los tobillos.
Siento las caricias de las yemas de sus dedos.
Siento...

Rendido entierro mis penas en su pelo,
noto el balanceo al ritmo de una canción de Extremo
su mano a la altura de mi hombro ofrece un juego,
perderme más allá de lo que consideran bueno.

Ya no veo y pienso,
sé que lo hace por mi bien,
acalla mi cabeza con un beso
y me pierdo.

Veo tan llenas las banderas de cemento,
alquitranadas todas las sendas,
noticias ceñidas a fronteras,
balas en libre comercio...
Y fuera, perdido, un pequeño resquicio,
disfrazada de relato una noche en algún sitio,
mira encandilada una historia
de las que nos creíamos cuando éramos más niños.


Mañana ese recuerdo será un cuento
y cuando lo añore será poesía.
Volveré a perderme entre versos para coger el sueño,
volverá a cambiar la escenografía
porque sigo sin creer en ella
aunque, siempre dije que lo haría.