Anunciamos (anuncio, más bien y por ahora) la exclusividad en poesía que me apremia. No olviden tener en cuenta la cronología, la edad y los tópicos derivados del principio.
Aunque mi orgullo son las actuales, la evolución también marca.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Suena...

Dame cien caladas
y un beso.
Coge mi vida,
llámame perro.

Amarillea mis dientes,
enturbia mis venas
con tus ojos azules
mirándome a oscuras.

Rompe mis folios,
roba mi pluma,
quema mis versos...
descuelga la Luna.

Átame en corto,
tiñe de gris el cielo,
cubre de nubes,
lo que antes parecía bello.

Que ahora ya voy ciego
de con tu perfume
haberme puesto.
De línea a línea
con mis dedos
tocar mil sinfonías
con las cuerdas de tu cuerpo.

Y al fin cae la noche
y acunas la Luna en tu regazo
vuelvo a escuchar las notas
de tu cuerpo al acariciarlo.

Suena...
a alboradas tardías cuando anochece.
Suena...
a primaveras nubladas
sin su triste florecer.
Suena...
al crujir del gatillo en mis sienes
al pensar que mañana una vez más,
volverá el Sol a nacer.
Suena...
a que sin ti... volverá a amanecer.

jueves, 17 de marzo de 2011

Capricho de Luna

Hoy me noto la tinta en vena,
mi pluma ansiosa por empezar la faena
me muerdo el labio como condena,
sonrío, que coño, que empiece la quema.

Cierro los ojos,
me encuentro los tuyos
Ya noto las palabras en los huesos
que daran paso a estos versos

Bajo, ahí está tu sonrisa
que menos que contestar con la mía
que daría yo... que haría,
si solo por una noche fuese mía.

Tu cuello mi luna,
tu pelo mi cielo,
tus pecas mis estrellas,
dormir mirándote, mi sueño
Y me jode ser tan perro
de no poder maullar todas las noches
a la misma luna que adorna estos versos.

Pero que le voy a hacer,
ya me conoces,
que me vendo solo por un beso
y si no vienes tu a dármelo
encontraré otra dama o un vaso
Y o ahogaré las penas en uno
o esta noche dormiré al raso.

Que de mil y un Lunas en el cielo
haya tenido que encapricharme
de la que no me hace caso.
Versos y versos caerán
a la hoguera de mis poemas perdidos.
y de esta quema de ideas,
surge un humo cansado
de que nunca te lleguen estas cartas
de que nunca te quedes a mi lado
de que noche a noche
esta Luna brille
para otros que no son estos labios...

Vete...

Me he vuelto a quedar despierto,
mirando las estrellas de mi techo...
¿De mi techo? Mierda...
Otra vez están ahí por pensar en un beso,
beso que deseo pero no quiero.
Sí, me sentiré como en el cielo
pero en cuanto se vayan tus ojos,
otra vez al suelo.
A buscar colillas de tu amor,
a cruzarme con otros locos como yo.

Y arrastrándome,
me dejaré las rodillas,
y buscando,
me dejaré las manos,
que mientras me queden mis labios
y unos versos de tus ojos,
me sobra lo que no sea susurrartelos.

Y Romper el cielo con mi voz,
desgarrar las estrellas,
reventar la luna,
hacer caer los dioses,
que ya no exista la altura...

Y después,
regalarte mis alas,
verte volar,
soñar que serás feliz,
confiar en que no volverás,
dormirme pensando en ti,
despertar pensando que no existirás.
Y es que quizá me duela perderte,
pero más me duele verte brillar.

Amanecer a tu lado

Ella dormía tranquila
y respiraba despacio.
y yo no podia dejar de mirarla.

Nacieron brotes dorados
por los huecos de la persiana,
como una pequeña planta
que nace todos los días.

Arrugaste la nariz
y abriste los ojos,
me viste y sonreiste,
y la luz de la mañana
ya no parecía brillar tanto.

Y la noche deseo volver
solo para que volviera a amanecer
y tú volvieras a sonreír.

Y es que brille la Luna,
iluminen las estrellas,
deslumbre el Sol
o las gotas de lluvia
atrapen la escasa luz del cielo,
nada brilla mas que esa sonrisa
siempre y cuando,
brille en tus labios...

miércoles, 9 de marzo de 2011

Agur... Y buena suerte

Me despierto empapado en la cama
sudando alquitrán y vomitando vodka,
no se que hice ayer...
Pero voy a tener bronca.

Por mil veces olvidarla
recuerdo dos mil nuevas cagadas.
Y sigo tosiendo mis poesías de madrugada,
a un verso por cada verde bocanada.

Los besos que te prometí
con dulce sabor a Luna
se han quedado en cieno,
ni rastro del principio de locura...

Siempre hago lo mismo,
y siempre pido disculpas.
No se caminar con tus riendas
Solo galopar cruzando dunas.

Morirme de sed a cada paso
y encontrar alivio en tus labios,
beber y recuperar el retraso
de a tu lado haberme parado.

Me quedan mil y unas noches en vela,
cientos de versos en las venas
y me sobra tiempo para joder mi vida.
Y a la vez, lo siento querida,
dedicarte esta poesía.