Anunciamos (anuncio, más bien y por ahora) la exclusividad en poesía que me apremia. No olviden tener en cuenta la cronología, la edad y los tópicos derivados del principio.
Aunque mi orgullo son las actuales, la evolución también marca.

jueves, 17 de marzo de 2011

Vete...

Me he vuelto a quedar despierto,
mirando las estrellas de mi techo...
¿De mi techo? Mierda...
Otra vez están ahí por pensar en un beso,
beso que deseo pero no quiero.
Sí, me sentiré como en el cielo
pero en cuanto se vayan tus ojos,
otra vez al suelo.
A buscar colillas de tu amor,
a cruzarme con otros locos como yo.

Y arrastrándome,
me dejaré las rodillas,
y buscando,
me dejaré las manos,
que mientras me queden mis labios
y unos versos de tus ojos,
me sobra lo que no sea susurrartelos.

Y Romper el cielo con mi voz,
desgarrar las estrellas,
reventar la luna,
hacer caer los dioses,
que ya no exista la altura...

Y después,
regalarte mis alas,
verte volar,
soñar que serás feliz,
confiar en que no volverás,
dormirme pensando en ti,
despertar pensando que no existirás.
Y es que quizá me duela perderte,
pero más me duele verte brillar.

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