Anunciamos (anuncio, más bien y por ahora) la exclusividad en poesía que me apremia. No olviden tener en cuenta la cronología, la edad y los tópicos derivados del principio.
Aunque mi orgullo son las actuales, la evolución también marca.

sábado, 4 de abril de 2015

Vuelta a la Incoherencia

No hay más cera que la que arde
y chorrea por los lados de esta vela
mientras de camino quema,
mi laringe hecha catástrofre.

Qué pasará que ahora espera
pero en infortunios se embelesa
buscando la idea más perversa
con el morbo de una estanquera.

Fuera del paraíso encuentro
la gracia que arde en fronteras
cauterizando de raíz mis dudas
devolviéndome a lo cierto.

Incoherencia de realidades
húmeda vuelta al juego
la pausa antes del acorde
del genial solo más lobrego
con las piernas colgando del borde
tiñendo de verde a fuego.

De urgencia envío
de inspiración en pura vena
cuidado que al pensar me quema
y no quiero ser soberbio

El ritmo lo marca el aliento
y las miradas se pierden en blanco
mas lo confieso, seré franco
esos mares merecen ésto.

He aquí la estructura de mi duelo
por la fuga de mi ego
de volver dejó escrito algo,
de la primavera, el celo
y qué le dieran a un bastardo
qué le saco a golpe de escalpelo.

El color ya no me importa
dentro de este acuerdo
que polémico e inconexo
en las noches descomporta.

Ahora, recto en verso,
y por supuesto en viceversa.
Proclibe, se exacerba
y en la normal sale convexo.
La sucesión de lineas
marca el final del texto
el encabalgamiento en tiras
de un poeta hambriento
de puras y crudas experiencias
lejanas de lamento.
Miren el cierre de paciencia
y la caida de su imperio
de la vergüenza rancia
putrefacta cuan dinero.

Un último tiro de cordura
y un trago de cemento.
A la par del blues más lento
a pesar de la ironía,
de poesía, declárome convicto.

lunes, 23 de marzo de 2015

Tremendismo en espera.

Ya perdí la apuesta,
si no al salir el aire suena.
Qué triste,
qué nefasta esta condena.
De quemarme vivo,
alzaría el puño a dios,
con ésta,
prefiero arrancar mis venas.

Elegir el no vivir.
el testigo que no vino,
las ganas de saber de ti,
de la mierda y la protesta
del incoherente sonreir.

Tremenda estupidez inconexa,
del absurdo físico por venir,
de dependencia de momentos extrema,
este poema  al otro lado del Rif
bajo un humo que en nube apremia
un surrealismo de ausente carmesí.

Libre me siento de llamarte perra,
soltar las frases en barrena
llena de rabia, de terrible berborrea.
Joder si pudieses leer de mi.

Como odio mi tronera
vicio de bola negra,
que en primera jugada pierda,
que al cambio gane tu pereza.
Despierta, colega
que la vida no es tan buena
perderte un ajedrez con dios
es no querer entrar en mi cabeza.
Olvida tus ideas
y aclara tus impulsos
vamos a reventar cabezas
de las que parecen bustos.

Y aún así...
Sabes de las tardes sin horas
y rompes preguntas incómodas
para de cristales coronar la tapia
qué esconde nuestra historia
dónde tu locura espera
que le birle de tu boca.

Detalle escrito

Virgen del fracaso,
cantaba Romerando,
icono ya tedioso
destartalándome el tejado.
Qué perra...
[Léase riendo]
como símbolo de rabia
de un poeta yermo
que arado en mierda espera,
que ésto se vuelva eterno.

Mi pasivo agresiva gracia
libre absoluta de falacia,
mis de salir de casa ansias
buscan de infancia libre historias.
Rompe mi enorme tolerancia,
perturba esta paz caótica.

¿Lo notas?
Ya no te acuerdas,
será la edad
o las peliculas de mierda.
Antes lo imaginabas,
¿Verdad?
Las chorradas de volar,
ahora más de vomitar.
El alcohol nos hizo grandes,
capaces de leyendas contar.
Y qué le jodan a las flores,
los cuentos quedaron atrás.

No me quejo,
ya no pienso
y eso siempre es bueno.
De fondo el fútbol
humeando entre mis dedos.
Podría vivir de ésto
como de tantos otros sueños.
Pluma en mano y caminando
si de leyes este mundo
no estuviera tan enfermo.

viernes, 2 de enero de 2015

El verbo hecho verso

Palabras que escribir
un homenaje a lo incierto,
una elegía para mí.

Una efigie de cemento
que se pierde entre su gris
despacio y cada vez más lento
en busca de ese bis a bis.

Otra vez contento
en la depresión del sinvivir,
del whisky y los vinilos
de bohemio este trajín.

Largas horas de desierto,
sobre de aburrida arena descenso
más que a un vaso al puro infierno
dónde descansa denso el tiempo.
Si me cuelgo y no me suelto
dejad que me asome a verlo
hundirme entre las risas de pequeño
de cuando a veces tenía miedo.

El bajar de buses sin un plan
a las calles sin un rumbo perturbar
como la primera luz en mi pupila
de este verde y largo caminar.

Rota la voz ahora se proclama
pendiente de guitarra desgarrar.
Doliente firma su sentiencia
la agonía alargará su final,
de un ego libre de desidia
que prefiere un martirio personal
que el cuerpo desequilibre y joda
el continente y nada más.

Ahora libre si me pienso,
me desquicio por estar suelto
si me faltan los acordes
parezco perder vuelo
mas de mi cintura cuelgan
los hilos de cientos.
No caeran al frío suelo
no mientras me quede aliento.

Paro en mi desvan y arriba,
ahí subida está mi pena
que por qué la dejé sola
dice que ya nada me perturba
mientras hace las maletas.

Maldigo y humeo,
sonrío ahora que estoy solo.
critico mi propia rima
y aún así refleja todo.

El que lo escribió era bueno,
el verdadero artista detrás del genio,
Bajo la razón se rige al tiempo
del templo las cariatides que me dieron
el jodido don del verso,
el saciar mi pasión por ser eterno.