Le pido a mis resacas...

Esto es, desde mi punto de vista, mi primera poesía más o menos decente, y además me encanta aunque suene un poco narcisista, que lo soy.

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Le pido a mis resacas
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He alzado la vista a las estrellas
dejando caer la botella,
al igual que mi cabeza
confiándolas a las frías briznas de hierba

Y es que bebo para ahogar los nervios
que muchos llaman mariposas
les hacen sentir, que tienen amor dentro ¡Idiotas...!
A mi... solo me destrozan el alma a patadas

Por eso solo le pido a mis resacas
que me dejen el sabor a mierda
para no pensar en el sabor de tus besos.
Que siempre me duela la cabeza,
y que nunca levante el vuelo.
Que siempre tenga sed,
para creer que no puedo.
Que no vuelva a soportar la luz,
y que tus ojos me parezcan feos.
Que siempre tenga sueño,
porque soñar me aleja del suelo.
Que al cerrar los ojos, todo me de vueltas,
porque si me paro y te veo,
¡Joder! Lo prometo, muero.
Es desesperante lo reconozco,
y mas dejarme un poco de mi alma en cada verso.
Es por esto que como cada vez que bebo
Les pido que acabe, sin ganas de na, tirado en el suelo.

Pero es que ahí vuelven tus ojos,
sonrisa en mano, y en la otra, viento.
Viento que se lleva mis ganas de acabar con todo esto...
Que siempre sea tan fácil, siempre, con un beso...

Miento, siempre tan fácil no,
no para este trovador
que gracias a esto, ya nunca tiene sueño
siempre está despierto.
Esperando un momento de valor,
o la inspiración que le traiga un verso,
un verso que rompa otro alma a pedazos
Y juntos, recogiendo los trozos poco a poco
Nos confundamos y los mezclemos...
Y por casualidad, todo termine como siempre,
siempre... con un beso.